carnovalej
14/04/2006, 01:33
Amanecía. Era un día más en esta tierra a la cual él todavía no estaba acostumbrado, el cielo estaba gris y anaranjado, hermoso, pero extraño; de un color que él nunca había visto. Las grandes paredes de Gludio lo eclipsaban de los rayos del sol, todavía inocentes por la hora.
A pesar de los meses que ya habían pasado desde que llegó a esas tierras, todo era muy nuevo y extraño para él, muy distinto a su hogar.
- ¿Cuál es tu nombre? – Preguntó un extraño de estatura enana ...
- Sir Robin Locksley – Contestó con firmeza ...
- Locksley, nunca jamás había oído ese nombre ni hablar de esas tierras, no eres más que un pobre rogue.
Melancolía. Recordó cuando su nombre alguna vez significaba algo.
El duque de Locksley era su padre. Las tierras de Locksley se encontraban muy lejos ahora, en algún lugar su gente lo esperaba, ni siquiera él podía entender todavía como había llegado hasta Aden, pero ahí estaba; solo.
Su padre, Robert Locksley, era un hombre de honor. Y no dudo en preparar y enviar a su primer hijo a la guerra santa, cuando su rey lo solicitó. La última de las cruzadas, a esa aventura fue llamado, y Robin respondió con entusiasmo y honor.
Siendo uno de los hombres de confianza del rey Richard Lionheart y sin dudas el mejor arquero de las tropas del rey, allí estaba. Solo, indefenso, en una tierra desconocida. Donde sus habilidades eran tan solo, lo indispensable para vivir. Nunca se había podido acostumbrar a la magia, y este lugar era mágico.
Se había ingeniado bastante bien para sobrevivir, había vivido los últimos meses entre bandidos y ladrones, y siendo hábil con sus manos se las había arreglado para matar y robar algo de tanto en tanto, necesitaba hacerlo si quería comer y lo consolaba el hecho de comprobar que su victima siempre era un mayor ladrón que él o tal vez un animal despreciable.
Había sido traído en barco, engañado por los Ol Mahums, quienes le prometieron llevarlo a su casa, luego de haber escapado con su amigo Peter de la oscura mazmorra donde estuvo preso meses por orden del sultán Saladin.
En cambio fue llevado a otra guerra, la infame guerra declarada por el reino de Gracia en las tierras de Adén. Fue puesto en contra de su voluntad del lado de los invasores. Al principio él no sabía que iba nuevamente a la guerra, cuando llegó allí por medios mágicos que él no comprende; ya era muy tarde.
Y una vez más tuvo que escapar, pero esta vez de estos animales llamados Mahums, sus nuevos enemigos.
En su primera huida, antes de escapar de los sarracenos, su amigo Peter al verse herido gravemente por sus captores se entregó a la muerte luego de una emboscada que sufrieron al escapar, gracias a él logro huir. Como única condición Peter le pidió que cuidara de su única hermana que lo estaba esperando y se encontraba sola, porque el padre de Peter había muerto años atrás y él era lo único que a ella le quedaba . Peter le dió su anillo a Robin para que Marian lo reconociera como su amigo y luego de esto inmoló su vida.
Robin solo sabe una cosa ahora: sabe que tiene que volver a su tierra, no sabe como hacerlo, no sabe realmente donde está, ni como llegó allí mágicamente. Pero sabe que por cualquier medio posible en Aden, debe volver a su casa, encontrarse con su gente, y cuidar de Marian.
A lo lejos se oyó una risa, sus ojos se abrieron y el sol entró en lo profundo de su ser. Es hora de ir a ese pueblo que llaman Dion – pensó - . Tal vez descubra como seguir adelante y quien sabe, tal vez esta magia tan inaccesible para mí ya no lo sea. Se puso de pie y tomó sus cosas; comenzó a correr. Gludio fue quedando atrás, al igual que sus recuerdos; ya no sentía melancolía. A medida que avanzaba en el camino el paisaje se iba haciendo más claro y familiar para él, de alguna extraña forma, se sentía otra vez en casa.
Continuará ... ?
OFFROL
Bueno, es mi primer post, espero que les guste. Acepto cualquier crítica al respecto, de hecho me gustaría que me comenten que les pareció. Pero no sean muy duros :p Saludos a todos. Y gracias por dejarme participar. ;)
A pesar de los meses que ya habían pasado desde que llegó a esas tierras, todo era muy nuevo y extraño para él, muy distinto a su hogar.
- ¿Cuál es tu nombre? – Preguntó un extraño de estatura enana ...
- Sir Robin Locksley – Contestó con firmeza ...
- Locksley, nunca jamás había oído ese nombre ni hablar de esas tierras, no eres más que un pobre rogue.
Melancolía. Recordó cuando su nombre alguna vez significaba algo.
El duque de Locksley era su padre. Las tierras de Locksley se encontraban muy lejos ahora, en algún lugar su gente lo esperaba, ni siquiera él podía entender todavía como había llegado hasta Aden, pero ahí estaba; solo.
Su padre, Robert Locksley, era un hombre de honor. Y no dudo en preparar y enviar a su primer hijo a la guerra santa, cuando su rey lo solicitó. La última de las cruzadas, a esa aventura fue llamado, y Robin respondió con entusiasmo y honor.
Siendo uno de los hombres de confianza del rey Richard Lionheart y sin dudas el mejor arquero de las tropas del rey, allí estaba. Solo, indefenso, en una tierra desconocida. Donde sus habilidades eran tan solo, lo indispensable para vivir. Nunca se había podido acostumbrar a la magia, y este lugar era mágico.
Se había ingeniado bastante bien para sobrevivir, había vivido los últimos meses entre bandidos y ladrones, y siendo hábil con sus manos se las había arreglado para matar y robar algo de tanto en tanto, necesitaba hacerlo si quería comer y lo consolaba el hecho de comprobar que su victima siempre era un mayor ladrón que él o tal vez un animal despreciable.
Había sido traído en barco, engañado por los Ol Mahums, quienes le prometieron llevarlo a su casa, luego de haber escapado con su amigo Peter de la oscura mazmorra donde estuvo preso meses por orden del sultán Saladin.
En cambio fue llevado a otra guerra, la infame guerra declarada por el reino de Gracia en las tierras de Adén. Fue puesto en contra de su voluntad del lado de los invasores. Al principio él no sabía que iba nuevamente a la guerra, cuando llegó allí por medios mágicos que él no comprende; ya era muy tarde.
Y una vez más tuvo que escapar, pero esta vez de estos animales llamados Mahums, sus nuevos enemigos.
En su primera huida, antes de escapar de los sarracenos, su amigo Peter al verse herido gravemente por sus captores se entregó a la muerte luego de una emboscada que sufrieron al escapar, gracias a él logro huir. Como única condición Peter le pidió que cuidara de su única hermana que lo estaba esperando y se encontraba sola, porque el padre de Peter había muerto años atrás y él era lo único que a ella le quedaba . Peter le dió su anillo a Robin para que Marian lo reconociera como su amigo y luego de esto inmoló su vida.
Robin solo sabe una cosa ahora: sabe que tiene que volver a su tierra, no sabe como hacerlo, no sabe realmente donde está, ni como llegó allí mágicamente. Pero sabe que por cualquier medio posible en Aden, debe volver a su casa, encontrarse con su gente, y cuidar de Marian.
A lo lejos se oyó una risa, sus ojos se abrieron y el sol entró en lo profundo de su ser. Es hora de ir a ese pueblo que llaman Dion – pensó - . Tal vez descubra como seguir adelante y quien sabe, tal vez esta magia tan inaccesible para mí ya no lo sea. Se puso de pie y tomó sus cosas; comenzó a correr. Gludio fue quedando atrás, al igual que sus recuerdos; ya no sentía melancolía. A medida que avanzaba en el camino el paisaje se iba haciendo más claro y familiar para él, de alguna extraña forma, se sentía otra vez en casa.
Continuará ... ?
OFFROL
Bueno, es mi primer post, espero que les guste. Acepto cualquier crítica al respecto, de hecho me gustaría que me comenten que les pareció. Pero no sean muy duros :p Saludos a todos. Y gracias por dejarme participar. ;)