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Ver la versión completa : No importaba volver con vida...



hodur
16/08/2006, 07:40
Bueno gente esta es una gran historia de rol y para la gente rolera estoy seguro que deben leer esto. Yo no loescribi el autor fue Kra´Dereth (http://foros.gxzone.com/member.php?u=16013)asi que no me digan nada, esta historia fue desarrollada en el foro del 3lwyn (que grosos son).

Antes de postear el texto, posteo un aviso importante para quienes quieran leerlo, y que no debe tomarse a la ligera.

Es un texto fuerte, muy fuerte, crudo, cruel y que no se corta en narraciones por explícitas que sean...
Esto no es un truco para animar al lector a leerlo, dándoselas el autor de sensacionalista, esto es un llamamiento a la reflexión del lector, para que se lo piense mejor antes de leer las líneas que hay más abajo, y haga ejercicio de madurez...
Como es algo largo, y llevo varios días retocándolo, lo postearé en partes durante estos días, siendo la primera muy inofensiva, pero las demás van cobrando crudeza y visceralidad, por lo que recomiendo no leer siquiera la primera si se es sensible, o poco maduro...
No busco herir sensibilidades, ni dar asco, pero las cosas son así, esto son cosas que ocurren en este mundo de fantasía, y cosas peore socurren día a día en el mundo real...
Si miras, y no desvías la mirada, atente a las consecuencias, pero sobretodo, disfruta del texto.
Esto es Sangre de Shilen, y así imparten la justicia de la Diosa.






Una figura aguardaba, solitaria, en las penumbras de una vacía estancia. Las perfectas y exuberantes formas, envueltas en gasas blancas y violetas, se movían con algo de nerviosismo, un sutil temblor...
Vadiane Estel, también conocida como Chatholath, líder de la secta secreta, Sangre de Shilen, no podía ocultar su nerviosismo ante la situación presente...
Caminaba de un lado a otro de la estancia, dejando tras de sí la estela de sus ropajes, que se asemejaban a la cola de un meteoro forjado en hielo..Ese mismo hielo, esa misma frialdad, eran siempre latentes en la Matriarca Oscura, y le daban ese majestuoso porte que la hacían alguien especial no solo para liderar, sino para resucitar algo que yacía muerto largo ha...

Era la noche...

Rak´Nerior, colaborador de la orden, y cerebro de esta, había facilitado ciertos datos sumamente sucios a la conjuradora, que tomó las medidas oportunas al momento...El hechicero, pertenecía a la exótica orden mágica “Cadenas del placer” y fue por ello mismo y por su inherente astucia y métodos eficientes, por lo que supo que Dyel´Aenar, familiar cercano del propio tetrarca Mítrale, atentaba contra la pureza de la raza drow, y mantenía relaciones carnales con esclavas, con doncellas élficas raptadas y traídas hasta su guarida para ser sometidas a todo tipo de vejaciones...Como agravante, habían de ser de casa noble, pues encontraba un tórrido morbo en esas miradas altivas y distantes, siempre dignas y orgullosas, pese al tormento que estuvieran pasando...
Su mujer, miembro de la orden Cadenas del placer, había desvelado esas costumbres a Rak´Nerior en la consumación de un ritual mágico de la orden, una orgía, así como le dio a saber que esperaba descendencia de su marido...
Vadiane repasaba mentalmente todos esos datos, y cual fue el veredicto implacable, que habría de ser ejecutado por un depredador inmisericorde, y eficiente...

No importaba el volver con vida, importaba que otros no la tuvieran...

Se detuvo con un sutil quejido, una especie de suspiro retenido, cuando supo que no estaba ya sola...


La imponente figura del lobo, el exterminador, el llamado cazador, se alzaba a su espalda, impávida, una auténtica estatua de carne huesos músculo y frialdad...
Erguido en toda su talla, aguardaba instrucciones, sin hablar, sin aparentemente siquiera respirar...

- Has vuelto...- Dijo ella mientras se giraba y le observaba, relajándose un poco ante esa presencia, constante y siempre segura, que fuera en la vida de Vadiane esa extraña criatura...
- Nunca me marché del todo...-

Fue la escueta contestación que de forma simbólica, él le dio a ella, que entendió al momento, pues fue algo que ambos dijeron hace ya muchos años...

Esa intensa mirada violácea, se clavó en las doradas pupilas del exterminador, que sostuvo impertérrito esa mirada, sin parpadear siquiera, cosa que pocos pudieron hacer jamás.

- Hay un objetivo...y no es como los demás...- Comenzó Vadiane, mientras cruzaba las manos ante sí, una sobre otra, de forma ceremonial y solemne.

“ Ninguno es como los demás...” La mente de Kra´Dereth habló, pero el calló atendiendo, con esa lisa y lacia melena semi enmascarando parte de su férrea faz...

- Esta vez es alguien importante, cercano a otro alguien realmente importante...- tragó saliva, la situación era tan delicada...
Incluso Kra´Dereth, quien fuera concebido exclusivamente para matar y ejecutar, percibía un deje de nerviosismo en esa sobria fémina.

- Dyel´Aenar...- Dijo antes de mantener un regio silencio, que solo fue roto por el sutil siseo de la melena del asesino rozar y sisear contra sus ropas, al asentir este con la cabeza...
Casi se giraba para salir de la estancia, tenía un nombre, y voluntad para eliminarlo, no hacía falta más, pero ella , que demasiado bien le conocía, en algunas cosas, añadió al momento.

- Y su esposa...- Tragó saliva de nuevo, ese delicioso cuello de piel grisácea tembló levemente, mientras la nuez poco marcada ascendía y descendía.- que espera un hijo de él, y no podemos permitir que tenga prole quien ofende a la Diosa y a la raza...

Se giró, fingiendo observar la sala, no podía mantener semejante desapasionamiento, semejante frialdad en esos ojos dorados que ahora, le atravesaban la nuca... Suspiró de nuevo bajando un poco el rostro, preocupada y al tiempo dolida por algo que nadie más podía entender, y menos él...Alzó luego el rostro y habló con firmeza, de espaldas al asesino, era la voz de una líder, de una reina, no de la niña asustada que él conociera la primera vez que se vieron...El tono imperioso e imperativo, se hizo notar.

- Esta noche, su mujer, miembro de las Cadenas del placer, realizará un ritual de poder, y como bien sabrás, en los miembros femeninos de esa secta, consiste en....bueno, una serie de prácticas con néctar masculino...- No sabía porque daba tantos detalles y explicaciones, seguramente, Kra´Dereth siquiera habría entendido que “néctar” se refería a semen... Este la seguía mirando, mudo, inmóvil, aterradoramente quieto y ajeno a todo...

- La mayoría de los guardas, o al menos los más...dotados y jóvenes, estarán siendo ordeñados por ella, mientras su esposo estará con una nueva esclava en sus aposentos privados, teniendo las prácticas que quiera tener...- El tono se tiñó de asco e indignación, pero ella prosiguió con el temple bien alto.

- Debes eliminar a los tres...padre, mujer, he hijo no nato...Y las muertes, deben de ser ejemplares...- Sabía que el eliminador no tendría problemas, no tendría remordimientos: Obedecer y asesinar, era su vida, y fue su muerte ya una vez...- Muy ejemplares...- Remarcó ella tensando la mandíbula, aún de espaldas a él, crispando los puños, que cerro clavándose las uñas en las palmas de las manos, sin darse cuenta de que emanaba algo de sangre de estas.

Kra´Dereth no se inmutó, pero el aire que le rodeaba no daba lugar a dudas, aguardaba una palabra para desaparecer de allí...

- Es el objetivo más alto que hayamos tenido jamás...- Ella exhaló un suspiro y se giró, poniendo pasión en sus palabras, aquello significaba mucho para la secta, era la presa de rango más alto hasta el momento, era el golpe más duro a la suciedad de la raza...Le miró, el fuego violeta ardía en sus ojos, mientras ella se acercaba a él, que mantenía ese desapasionamiento y estoicismo dignos solamente de semejante ser...

- Ha de ser perfecto, Kra...- El auténtico nombre emanó de los labios de ella, y más aún, emanó esa forma de la que solo ella le llamaba...

Él dio la primera muestra de vida, solamente abrió los ojos un poco más, un inexistente ápice que fue, sin embargo, un mundo para ella...Vadiane le tomo los brazos, sintiendo esa escuálida pero poderosa musculatura bajo las ropas de asesino.

- Ha de ser rápido, ha de ser silencioso, ha de ser en el cobijo de las sombras, pero sobretodo: Ha de ser en nombre de Shilen, Kra´Dereth...- La forma en que se pronunció su nombre, esa pasión, esa garra, esa mirada intensa, recordó al asesino las palabras que su progenitora le dedicara segundos antes de morir bajo sus propias manos...Algo se activó en la cabeza del eliminador, pero no exteriorizó nada...

Vadiane alzó una mano, y poso la palma ensangrentada en la mejilla desnuda de ese arcángel de destrucción puesto por Shilen en la tierra, tiñendo de sangre púrpura su faz, que ella acariciaba.

- No importa volver con vida, importa que otros no la mantengan...- El riesgo era descomunal, esa ficha de ajedrez era prescindible, como todas, y por eliminar a dos alfiles, podía ser eliminada, pero merecería la pena, y ella lo sabía, por eso lo mandaba a ello...

- Solo alguien que sepa que camina a una muerte segura puede eliminarlos, solo alguien que pueda soportar los horrores de esa mansión puede entrar en ella, y quizás, solo quizás, si la Gran Madre lo quiere, salir vivo...- Casi escapó una risa de la boca de Vadiane, la palabra “vida”, no encajaba con él...

Le aferró con más fuerza, clavándole las uñas sutilmente, que apenas se hincaban en esa endurecida musculatura.

- Ve, ve ya...mi cazador...mi lobo, mi depredador...ve raudo como la muerte, y silencioso como solo tú eres...ve y reparte tus besos de saetas a los pecadores, ve y extermina con tus colmillos....Ve, cumple tu cometido, pero....-

Se le hicieron dos nudos, uno en garganta, y uno en el alma...

- Vuelve con vida...- Dijo con un tono casi hundido y derrotado, como una íntima confesión, sabedora de que le mandaba con seguridad a la muerte, que a él no, pero a ella le importaba...Bajó la cabeza, y la vista, con un dolido suspiro ,casi un sollozo, aquello era un “hasta nunca” con suma certeza...Incluso siendo él quien y como era, los horrores que vería le cambiarían, seguro, moriría aún más por dentro....
Pera era su deber hacerlo....

Ella cerró los ojos, quizás para contener unas lágrimas, pero él nunca lo supo, pues al instante, desapareció de aquel lugar como si nunca hubiera estado, abrazando ella el aire, y después a si misma...
Algo relució en sus mejillas, antes de incorporarse y limpiárselas, antes de salir caminando con paso regio y firme hacia la capilla de Shilen, para rezar...



Lejos de allí, mucho, pero no demasiado, una figura yacía sentada en un trono opulento, de un metal oscuro, asemejado al alabastro...Ante sí, en una mesita, había un tablero de ajedrez, con las fichas dispuestas, pero no había nadie sentado al otro lado, dond esolo había una humilde silla de madera blanca...
Él manejaba las fichas negras, que eran muchas más de las debidas, con más alfiles, torres y caballos, mientras el color blanco, constaba solamente de unos cuantos peones, y una reina: jugaban sin rey.
Alguien entró en la colosal sala, y se detuvo en silencio, con un gesto marcial...

- Mi señor, ya han actuado...- Dijo el soldado aguardando instrucciones, embutido en una colosal armadura ornamentada y grabada con runas.

La mano que sostenía una barbilla de sexo indeterminado, se alejó y se acercó al tablero, hacia una ficha, un peón, que no pertenecía a ninguno de los dos bandos, pues era de color gris, y descansaba junto a la reina blanca.
Sus dedos se frotaron unos contra otros, acariciándose las yemas, como si degustara con el tacto aquel gesto, antes de tomar al peón y adelantarlo desde el color blanco, hacia el negro, amenazando ahora con sus dos casillas de ataque a dos alfiles negros.

- Entonces, nos toca a nosotros...- La voz masculina se dejó escuchar en toda la sala antes de que el soldado partiera con un sonido metálico de pasos y abandonara el lugar.

Segunda parte:

La mansión de Dyel´Aenar era realmente imponente, ominosa, segura, y lujosa...Desde el exterior, las luces del interior podían verse de forma clara, pues había una enorme concurrencia en las salas del primer piso. Sin embargo, en el segundo todas las estancias estaban a oscuras, pareciendo deshabitada esa parte...
El interior de la primera planta, era un hormiguero de bullicio y actividad...Los guardas que estaban de vigilancia, lucían unas imponentes armaduras completas, con el emblema de la Casa grabado con una runa enorme en el pectoral de las mismas...
La guardia de la Casa Aenar era una de las más eficientes y mejor equipadas de todas las casas drows, y eran el orgullo de sus nobles, pues era la mayor cantera de caballeros de Shilen de la ciudad drow, desde hacía mucho tiempo...
Tal posición, daba sumo prestigio y poder a la Casa Aenar, que finalmente, cayó en la corrupción que hoy imperaba...
Pese a la mancha de los amos, los soldados de la casa en su mayoría, procedían de familias y estirpes guerreras sumamente antiguas, con una tradición militar impoluta, siendo unos excelentes militares.

Eran dragones gobernados por cerdos...


La entrada principal era infranqueable, habiendo media docena de guardas y un oficial para dirigirlos, apostados de forma estratégica en las columnas que sostenían el techo te mármol que guardaba la entrada, imitando la entrada a un templo...
Aguardaban , al pie de estas, con los escudos de hoja cubriéndoles el torso, con el símbolo de la Casa grabado en estos, y la mano en el pomo de las espadas.
En la entrada posterior, los dos guardas allí colocados examinaban que el servicio entrara y saliera, para llevar las bebidas reconstituyentes a los varones del ritual...

- Llevad más esencia destilada a los guardas de la sala, la señora los está dejando secos hasta los huesos, y aún queda mucho ritual por delante.-

Talid ordenó con voz marcada, mientras hacía gestos pertinentes, siendo uno de los centinelas de la puerta posterior...Ni él, ni los guardas de la entrada principal, percibieron la oscura y sinuosa silueta que trepaba por una de las paredes de la mansión hasta encaramarse al tejado que cubría los portones, donde se apostaba el grueso de la guardia...
Ese cuerpo marcialmente forjado ,escalaba colando los dedos en el más mínimo recoveco de la decorada fachada...El arco era portado a la espalda, en oblicuo, y el drow trepaba sabedor de que si caía, caía entre el grueso de la guardia enemiga y fracasaría en su mandato.
Una vez sobre el tejado, camino inclinado, pasos cortos, rápidos, siempre de perfil para ser más difícil de ver...Una sombra entre las tinieblas del vicio...
Tenía acceso al segundo piso, pues el primer blanco a eliminar era el varón...al ser más accesible por estar a solas, o al menos, menos acompañado que su esposa...

Observó a través de una de las ventanas, viendo unos dormitorios vacíos y opulentamente decorados, debía de ser un cuarto de invitados...Su aguda vista miró por debajo de la puerta de la estancia, donde se atisbaba algo de luz. Al no haber sombras moviéndose, supo que fuera cerca no había nadie.
La daga cortó un círculo perfecto en el fino vidrio de la ventana, que cayó al suelo con un suave golpecito, sin hacer ruido: El asesino adoraba los suelos enmoquetados...
Coló la mano por ese hueco y abrió la ventana, pasando al interior felinamente, mudo, sereno sin miedo...
Algo casi le derriba y le hizo detenerse un instante.

El potente hedor a corrupción azotó su fino olfato, pero se rehizo en unos segundos, recolocando el pedazo de vidrio que faltaba justo en su sitio. Unas breves zancadas le hicieron llegar a la puerta, escuchando tras esta: Nada
Abrió, con un pequeño espejo ya en la mano, el cual usaba para mirar a través de las esquinas sin riesgo, y así lo usó, viendo que el pasillo que se extendía a ambos lados, estaba limpio...No se percató siquiera de la opulenta y sobrecargada decoración, con motivos puramente sexuales. El cabecero de la imponente cama, estaba formado por una forma femenina con las piernas abiertas, que abarcaban todo el ancho de la almohada, con el detalle de que sus labios íntimos habían sido hinchados y deformados para formar un hueco donde apoyar la cabeza más cómodamente.
Las formas del asesino, salieron, era un pasillo oscuro, todo el suelo de moqueta rojiza, que ayudaría a que las manchas de sangre no se vieran...Los cuadros abundaban por doquier, y en el techo, había una extraña decoración...
Las vigas de madera, en vez de ser como era habitual, estaban talladas con motivos de cuerpos humanoides entremezclados, como si hubiera sido construido a base de cuerpos con vida amasados y unidos unos a otros para formar las vigas de sujeción, obra y gracia de un escultor cruel que lanzaba cuerpos de criaturas con tal fuerza unos sobre otros que terminábanse por fusionar...
El impávido asesino parpadeó lentamente, sin apenas observar más esa oscura madera en que estaban formados esos cuerpos de formaciones obscenas y retorcidas...Su instinto, le hacía creer a veces que una mano le llamaba, que un cuello se giraba y un rostro en el cual se incrustaba un pie ajeno, le miraba...

Y su instinto nunca fallaba...


Llegó hasta el primer doble de esquina, sin usar el espejo, sabía que había un guarda caminando hacia ese punto, por los pesados pasos metálicos amortiguados en la moqueta del suelo...
El centinela, élite de la élite, se acercó lentamente, creyendo haber percibido algo desde el otro lado del pasillo, acelerando el ritmo conforme se acercaba, siguiendo un pálpito, ese sexto sentido de todo soldado viejo...
Llegó a la esquina y la dobló, con media espada desenvainada al tiempo, para enfrentarse a lo que hubiera allí mismo...

Se enfrentó a la más pura nada.


Emitió un quedo sonido de disgusto ,con un siseo metálico mientras el arma se envainaba, ajeno a que dos ojos dorados le observaban desde la viga del techo, mientras unos poderosos brazos y piernas aferraban el cuerpo del asesino a la misma...

Kra´Dereth miraba al guarda, impávido, centrado en él, obviando la incomodidad que suponía estar abrazado a esa viga, que, juraría, se movía bajo él...Frunció lo labios, aguardando a que el guarda avanzara un poco más, sintiendo como una mano tallada en madera, masajeaba su entrepierna de forma tan eficiente como impúdica, frotando con la palma tal lugar de arriba abajo...
El centinela dio ese maldito paso adelante, el más largo en la vida del asesino, que abrió las piernas, y descolgó estas, quedando aferrado a la viga solo por los brazos, que extrañamente comenzaban a hundirse en esas formas obscenas de madera...
Las poderosas piernas del depredador rodearon el cuello del guarda, pero este alzó las manos rápidamente, para oponerse al brutal giro de caderas que el asesino hizo para partirle el cuello, consiguiendo sobrevivir e impedir ese movimiento con una fuerza inusitada y desesperada en un pulso de vida o muerte.
El ejecutor tensó los brazos para alzar el cuerpo, con las piernas cerradas en torno a ese cuello, alzando el cuerpo del guardia consigo mismo, haciendo una fuerza aberrantemente inhumana...
El guardia agitaba las piernas, sin poder emitir más que unos quedos gemidos, intentándose soltar mientras el propio peso de su armadura y equipamiento le ahorcaban contra esos inclementes muslos que le aferraban...
Pronto, dejó de moverse, y el lobo le soltó, dejando caer el cuerpo con el cuello amoratado al suelo, como un pelele de carne embutido en una cáscara de metal. Cuando quiso soltarse, se dio cuenta de que apenas podía sacar las manos de entre la madera, pues habían sido succionadas en el interior de esta, pudiendo discernir unas retorcidas manos que le aferraban las muñecas...estirando de sus manos para hundirlas en unas formas extrañas, que parecían una caricatura de la sexualidad femenina...

No dijo nada, solamente tiró con fuerza, consiguiéndolas sacar, mientras caía al suelo, mirando al techo con el semblante sereno, pero por dentro sorprendido ante semejantes extrañezas producto de la magia más exótica de Aden...
Miró el cadáver...miró la viga que se retorcía de forma clara, mientras unas manos sin huesos masajeaban pechos deformes y le incitaban a acercarse de nuevo...
Miró el cadáver...

Cuando el cuerpo muerto del guarda fue puesto en la viga, fue succionado al interior en cuestión de segundos ante la vista del asesino, emanando una especie de zarcillos de carne, con formas fálicas, que rodearon brazos y piernas, tirando del cadáver..Luego pudo ver como una nueva figura, “masculina” por decir algo, se tallaba en esa aberración mágica, quedando para siempre unida a la construcción...

Kra´Dereth siguió su camino, la planta estaba despoblada completamente...Asomó por el pasillo del que vino el guarda, y vio la puerta que llevaba a la estancia de Dyel´Aenar...
Le sorprendió gratamente que no hubiera más guardias, aunque eso significaba que estaban todos abajo, pero era habitual que los objetivos de la secta ejecutora, pecaran de arrogancia en cuanto a métodos de seguridad...

Un paso tras otro, le condujo a la puerta, ya podía escuchar un sonido extraño, un sonido que no le era ajeno...Era una especie de constante chapoteo, bastante rápido, y continuo, acompañado de un sonido semejante al de quedas bofetadas...
La puerta de la estancia se abrió, sin que quienes había en el interior se percataran, y se cerró, dejando al ángel de destrucción dentro..
Kra´Dereth observó en derredor, pese a que su nariz se arrugaba por el intenso olor a sudor, y a sexualidad...

La estancia, estaba abotargada de decoraciones y lujos, pero solo tenía dos ocupantes.


Dyel´Aenar, yacía sobre un cuerpo femenino, bombeando sus entrañas en las de la fémina, que no emitía sonido alguno, pese a los constantes gemidos y jadeos del varón que acrecentaba el ritmo de sus acometidas poco a poco...
Una doncella élfica, tumbada boca abajo era el objeto de tal tortura, de espaldas al drow que la sodomizaba dolorosamente, con las muñecas engrilletadas a los tobillos de la estatua que formaba la cabecera de la cama como la anterior...Mantenía las piernas unidas y apretadas, lo cual desgraciadamente daba más placer al drow, pues los orificios corporales tendían a cerrase más, y él los subyugaba y dilataba a puro golpe de miembro viril...Los antebrazos del drow se posaban a ambos lados de la cabeza de ella, sobre la cama, para poder hacer mucha más fuerza con las caderas, doblándose y arqueándose su espalda constantemente, con un ritmo ligero y cruel, colocando su rostro al lado izquierdo del de ella, para lamerle y mordisquear esa fina y largada oreja picuda, mientras le susurraba unas obscenidades a las cuales el eliminador no prestó atención...

Pero sí prestó atención a la elfa...


Sin duda, era de casta noble, pues era uno de los alicientes para el sucio morbo de Dyel´Aenar, pero el aura que la rodeaba era incluso más sobrio y fuerte que en la mayoría de los elfos...
Mientras el exterminador se acercaba por un flanco, el contrario al cual el objetivo tenía el rostro, ella le miró, supo que estaba ahí...
Era impresionante ese estoicismo, esa mirada helada de ojos azules, era impensable como alguien que estaba siendo mancillado así, mantenía un aire regio y digno, mirando al asesino a los ojos, diciéndole todo con una mirada...Mandíbula tensa, facciones anguladas...era joven en los cánones élficos, pero aguantaba mordiéndose el alma hasta el último gemido de dolor, que no emitía por no darle más placer al otro drow del que él se daba con ella...

Kra´Dereth analizó la escena con detenimiento, para saber como actuar...Sintió algo en el estómago...tras unos segundos, supo deducir que fue una arcada de asco...

Era sucio, era antinatural, un cuerpo oscuro, grisáceo, pegado y mezclándose a uno tan blanco, de piel lechosa y cremosa...El sudor de ambos se deslizaba y mezclaba, chorreando el sudor del drow hasta el cuerpo de ella, mientras los abdominales del varón se amorataban por el constante martilleo contra las nalgas de la torturada doncella élfica...
Ese continuo chapoteo seguía, ese sonido de carne húmeda deslizándose incandescentemente dentro de más carne, torturador, incluso para el lobo...
La daga volvió a salir de la vaina, cuando el objetivo gimió más fuerte y aumentó el ritmo de sus ataques a la indefensa mujer, que con las piernas cerradas entre las de él, se mantenía rígida como una estaca, mirando al asesino fijamente, muda...

La muerte había de ser ejemplar...y Kra´Dereth, era un artista consumado en ese arte...

Dyel´Aenar estaba apunto de eyacular, comenzando a retirar su miembro, enardecido, hinchada cada vena en esa oscura superficie tensa y erecta, para hacer las acometidas mucho más fuertes, casi sacando ese miembro de corrupción de entre las blancas nalgas de la doncella, ahora enrojecidas por los constantes golpes de riñón en sus otrora, impolutas superficies...El sonido era ya estremecedor, los testículos del elfo oscuro, esas tensas bolsas masculinas, restallaban constantemente contra los labios íntimos de la dama élfica, que mantenía los labios pretos con estoicismo...

Kra´dereth actuó, rápido como una serpiente, pero implacable como el lobo que era...


El susodicho clímax nunca llegó, en su lugar llegó rauda una daga, colándose entre ambos cuerpos deslizándose con la parte plana pegada al torso del otro drow, y amputando ese miembro relleno de sangre con una facilidad pasmosa...
Antes siquiera de que el drow se percatara de nada, cuando comenzaba a abrir la boca sin poder siquiera emitir un sonido de dolor, mientras se le escapaban las entrañas por la herida, algo entró en su boca, cuando Kra´Dereth que hubo de aferrar con la mano libre ese apéndice cercenado, con una fuerza tremenda en la base, para que no saliera ni una sola gota de sangre impía...y lo hundió en la boca de su dueño...
La mano ejecutora e inmisericorde del asesino que ahora estaba a su espalda, inclinado sobre la ahora nueva víctima, le cerró la boca, habiéndole obligado a engullir su propio miembro, hasta que el glande hizo sangrar las amígdalas del drow que estaba siendo ejecutado....

Esos dedos se clavaron con firmeza en la mejilla del asesinado, que viendo su propio sexo en su propia boca, se comenzó a ahogar, mientras la sangre manaba por la herida de forma cuantiosa, a puros chorros derramándose esa sangre púrpura sobre las mancilladas nalgas de la elfa...
Llevó las manos para intentarse soltar de esa mano verduga que le mantenía la boca cerrada, sin poder escupir ese pedazo de carne que tanto placer le dio siempre y que ahora era objeto de su perdición...
La elfa observaba, como el asesino, impávida, por encima del hombro, con la mirada clavada en el drow que se convulsionaba, comenzando a masticar ese pedazo de carne sin hueso que tenía en la boca, para despiezarlo y machacarlo, comenzando a tragar los pedazos de su propia carne, para intentarse no ahogar, tragando su propia sangre a tragos abismales...
Pero el ritmo de salida de sangre era demasiado fuerte, y ocurrió lo inevitable...

El estómago de Dyel´Aaenar se contrajo y vomitó, devolviendo pedazos de carne, sangre y jugos estomacales a la boca del ejecutado, que abrió los ojos tanto que comenzaron a sangrar tenuemente, golpeándole el antebrazo a su eliminador de forma desesperada, jadeando y gimiendo por un ápice de clemencia, por una muerte rápida...

No le fue concedida...

Los ácidos del estómago, los restos de carne y la sangre mezclados, le llenaron tanto la boca que desbordaron la resistencia de la misma, hasta que fueron tragados de nuevo, pero la crispación interna en el organismo del señor de la Casa Aenar, hicieron que ese trago en vez de ir al estómago se desviara y fuera a los pulmones...Allí, sangre y ácido comenzaron a corroer esas esponjosas superficies, haciendo que el drow se agitara con un énfasis terrible, incluso al fuerte asesino le costaba mantenerle inmovilizado...
La elfa y Kra´Dereth, parpadearon al tiempo, Dyel´Aaenar perdía fuerzas y con ellas, la vida, lenta, dolorosa, agónica e inexorablemente...

Ella sentía como los borbotones de sangre caían sobre sus nalgas desde el cuerpo de su agresor sexual, alegrándose por primera vez de que algo caliente espeso y abundante proveniente de ese drow, le cayera encima...Incluso el ritmo de esos torrentes violáceos, comenzó a escasear, como escaseaba ya la sangre en el cuerpo del drow...

Tras un par de minutos de semejante agonía, Dyel´Aenar, señor de la Casa Aenar, expiró.


El ejecutor dejó caer el cadáver a un lado, con desdén sin pasión alguna ni sensaciones, sin orgullo, sin disfrute en semejante acto, que tampoco era el peor realizado en su vida...
Se incorporó, dirigiéndose sin más a la puerta, limpiando antes la daga en las sábanas de seda negra de la cama...sin dedicar una sola mirada a la elfa que había tendida sobre la cama.
Cuando la imponente y silenciosa figura estaba casi en el umbral de la misma, una voz le hizo detenerse, fría, seria, regia y sobria...

- Drow, los de mi estirpe, preferimos la muerte a la deshonra...- Fue cuanto dijo, sabiendo que no hacía falta decir más, continuando encadenada a la cabecera de la cama.

Kra´Dereth se giró, poco a poco, su dorada mirada enfrentada a la de la elfa, antes de hablar, una de las pocas veces que lo hiciera en vida:

- Soy un lobo, reparto muerte, no clemencia...-

La elfa tensó la mandíbula, internamente aterrada de que no se le concediera la petición, temblando sutilmente el labio inferior de esta, pero enseguida comprendió, cuando la daga del asesino cayó a su lado, pudiéndola tomar ella con la boca para soltarse...

Su desnudez, no pasó desapercibida a ojos del asesino, que observaba impávido ese cuerpo, desnudo, y cubiertas sus nalgas de sangre púrpura de forma cruelmente sensual...Al separar las piernas, los rosados e hinchados labios femeninos quedaron a la vista del asesino, reincorporándose ella para quedar arrodillada en la cama, siendo lo más llamativo, el orificio que el ejecutado mancillaba, ahora dilatado, pudiéndose observar la insomne oscuridad de tal lugar, coronada en un tono rosado, más bien rojizo, carnoso, un anillo de delicada carne forzada...

Poco a poco, el verdugo se giró, dándole la espalda a ella, para mirar hacia la puerta y aguardar.
Escuchó unas oraciones en lengua elfa, conocía esa oración, la había escuchado en labios de otros antes...
Enseguida, llegó el familiar “Madre, a ti acudo.” , y luego el inconfundible sonido de su daga enterrándose entre dos costillas, y empalando un corazón...Una muerte rápida, e incluso noble..

Cuando el enviado de Shilen salió de la estancia, no quedaba nadie con vida...Solo quedó un cuerpo oscuro, retorcido cruelmente, emanando aun sangre por la boca y por la herida abierta en sus genitales, y un cuerpo de piel blanca, tendido con aire tranquilo a un lado, con semblante sereno, el orgullo de una casta ancestral de elfos bien alto, y una tenue sonrisa en los labios.
Una hija que se reunió con su madre...

Bixizata
23/08/2006, 13:20
que cosa mas larga xD

Sicotico
24/08/2006, 01:12
te tomo toda una vida eso LOL