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Ver la versión completa : Los últimos días - Hush, Warcryer



tutucakiller
28/11/2006, 18:10
Las tiendas de campaña, la inactividad, la falta de ordenes, el silencio solo quebrado en ocasiones por los lamentos de algún espíritu que rodeaba el lugar, el viento que solo traía tierra que se pegaba al cuerpo y la monotonía de aquellos días era insoportable para mi.
Día tras día el panorama era el mismo y todos comenzábamos a ponernos nerviosos, dando así comienzo a nuestras primeras peleas. Los motivos no importaban, todos estábamos irritados por tanta quietud, después de todo, somos guerreros natos y no sabemos vivir de otra forma que no sea luchando.
Para evitar esta clase de peleas que lo único que hacían era desmoralizar más aún a nuestro pueblo, decidimos, junto a algunos guerreros más ir de caza a Blazing Swamp. Éramos apenas un grupo de 7, pero éramos suficientes para encargarnos de cuanta amenaza pudiese cruzársenos por ahí.
El camino hasta los pantanos de lava no presentó mayores complicaciones, alguna emboscada pequeña, algunos animales hambrientos pero poco peligrosos, en fin, solo entrenamiento para mi grupo.
Llegamos al anochecer y nos encontramos con el clima que más nos gustaba. El calor hubiese sido agobiante para cualquiera, pero para nosotros, los hijos del fuego, era el más acogedor. A lo lejos veíamos ya a los murciélagos gigantes, pero decidimos tomar un descanso antes de comenzar la cacería, pero nuestra sed de batalla nos impidió relajarnos y salimos raudamente al ataque. Mientras nos acercábamos fui lanzando mis conjuros para potenciar la fuerza de mi grupo y fue así que, embravecidos nos abalanzamos sobre ellos. Los primeros enemigos fueron los más difíciles, no por su fuerza sino por nuestra ansia de pelea que hacía que ataquemos en forma desordenada, sin estrategia, pero poco a poco fuimos corrigiendo los errores, y ya con un plan trazado nos volvimos un grupo invencible, al punto tal que casi ni siquiera nos llegaban a tocar. Fue así que durante horas recorrimos el pantano limpiándolo de enemigos. El contacto con su sangre nos volvía más inteligentes y nos motivaba a seguir atacando.
Estábamos en plena batalla cuando empecé a sentir un cambio en el aire, algo estaba pasando, pero miré a mis compañeros y ellos parecían no percibir nada. Me olvidé de aquel asunto por unos minutos, pero nuevamente esa sensación empezó a rodearme. Me detuve a mirar a mí alrededor y vi como el centro del pantano empezaba a ponerse blanco y la temperatura a descender. La lava empezó a congelarse y la velocidad a la que lo hacía era abismal, a tal punto que en unos segundo, todo a nuestro alrededor se había congelado, inclusive los murciélagos, y para mi mayor asombro, mis compañeros.
Mientras trataba de entender que sucedía una lluvia de hielo cayó sobre nosotros, salté hacia un lado y pude esquivar de esta forma una roca tan grande que atravesó el hielo del pantano. Cuando me levantaba miré al cielo y noté que miles de estrellas caían encima nuestro, milagrosamente desaparecí de donde estaba para aparecer unos metros más atrás y contemplar horrorizada el paisaje que había cambiado. Mis amigos, mi grupo, estaban aún en la misma posición en la que los ví por última vez, pero el hielo a sus pies se estaba volviendo rojo. Esas aparentes estrellas que caían eran espadas, cientos de espadas que estaban ahora clavadas en los cuerpos de mis guerreros y que a todos ellos les habían causado la muerte. No podía entender lo que mis ojos veían. No era una emboscada de arqueros, no eran flechas, eran espadas, y las mismas habían caído del cielo. Pero ¿Cómo?
Rapidamente me di vuelta tratando de ver a los causantes de tanta muerte pero no había nada. Volví a mirarlos y una risa a mis espaldas me dejó petrificada. Trataba de moverme pero todo era en vano, estaba clavada al piso y mis músculos estaban muertos, no había nada que pudiese hacer. La risa se transformó en carcajada y con esta última volví a tener control sobre mi cuerpo. Salté hacia atrás tan rápido como pude, hasta quedar en apenas un segundo detrás del personaje que tan macabramente reía. Me tomó un segundo comenzar con mis conjuros, iba a pagar lo que había hecho con mis amigos, toda mi mente clamaba venganza y mi cuerpo era el arma elegida. Cuando quise golpearlo desapareció y comenzó a reír nuevamente a mis espaldas, era muy rápido, nunca había visto esa magia. La risa se tornó en silencio, un silencio sepulcral, todo se había vuelto negro de repente y ya no sabía donde estaba.
- “Así que tu eres Hush? No puedo entender como alguien tan débil puede ser uno de los elegidos, si ni siquiera puede verme” – otra vez las risas inundando la noche – “Sin lugar a dudas esta equivocado, muy equivocado, pero no puedo yo cuestionar sus decisiones”
- “Déjate ver maldito, y conocerás realmente la furia que me domina” – estaba enceguecida por el odio – “Déjame verte, quiero ver quien morirá hoy en mis manos”
Las risas, otra ves esa tenebrosa risa envolviéndolo todo. No pude ver su cara, solo su cuerpo envuelto en una entre harapos cuando me paré detrás de el.
- “¿No fue suficiente mi demostración de poder al acabar con tus amigos sin mover siquiera un dedo? Pero no importa, no quiero pelear con alguien que no represente un reto para mí, sería una perdida de tiempo. Mi función aquí es otra, te tengo un mensaje. Por alguna extraña causa que desconozco, un ser ínfimo, débil, patético como tú ha sido elegido para la reunión que se realizará en el castillo de Adén. Dirígete hacia allí ahora y ocupa tu sillón. Tendrás más novedades mías una vez que la sala este completa”
Si mediar más palabras desapareció, llevándose con el todo el hielo que había cubierto la lava. Todo lo que había quedado petrificado volvió a la normalidad, y ahí vi como mis compañeros caían muertos al suelo y las espadas que los atravesaban caían a su lado. Los murciélagos que los rodeaban volvieron a la vida y me atacaron rapidamente, pero la furia me había cegado y todas mis maldiciones cayeron sobre ellos. Solo segundos pasaron hasta que el último cayó muerto a mis pies.
Quería venganza, tenía sed de venganza, respiraba venganza, transpiraba venganza. Pero no tenía ya con quien descargarla, solo la esperanza de encontrarme nuevamente con aquel despreciable ser en Adén.
Fue así que comencé mi peregrinaje hasta aquella ciudad, destruyendo todo lo que cruzaba a mi paso y volviéndome más fuerte y más vengativa a cada paso.
No se cuantos días después llegué a la ciudad, pero los aldeanos se corrían de mi camino y murmuraban algo así como “ha llegado el primer elegido”,”se dirige hacia la pared de fuego”. Sin saber de que hablaban vi una puerta envuelta en llamas pero sin quemarse y supe que ese era el lugar al que debía entrar. Al ir acercándome el fuego empezó a abrirse y tras el la gran puerta que estaba detrás.
Entré a la habitación y vi una gran mesa con muchos sillones, uno de los cuales decía Hush. Me senté en mi lugar y simplemente me quedé esperando, esperando el momento poder vengarme...

Raziel_LP
28/11/2006, 23:43
excelente
me encanta ese estilo de narracion

quiero ver como sigue! los capitulos siguientes seran aun mejores, me imagino!

PD. si no te molesta, me gustaria que mi proxima historia este relacionada con esto que has creado... hay una silla para mi?

tutucakiller
28/11/2006, 23:45
Hola Raziel !!!!!

Hay una silla libre para cualquiera que quiera sumarse.


Bienvenido !!!!

Raziel_LP
28/11/2006, 23:48
entonces que la de overlord sea mia =)