iago64
02/12/2007, 09:23
Bueno gente, me anime y escribi mi primer rol, no es la gran cosa, pero espero que les guste, si las criticas son buenas por ahi me anime y escriba un par de capitulos mas, si le parece que es muy malo, tan solo diganlo asi no escribo jeje
Por cierto los nombres que uso aca no son reales, lo que pasa que los nombres de las personas que estaban no me parecieron muy elegantes, = por el momento aparecio el orco de un amigo, jeje.
bueno Aca les dejo
La Travesia de Iago Cap. 1
Todo tuvo su origen en las aguas que rodean al árbol madre, quien da la vida a la ciudad de la luz, y fue allí, donde el agua que todavía caía de mi cuerpo dejaba a la vista mi figura, mientras que yo asombrado deslumbraba el sol, oía el ruido de las aves cantar, y los insectos pasaban volando delante de mis ojos, y fue así que vislumbré un camino de subida a la ciudad, que se erguía imponente sobre un lago que había debajo de ella, como si esa porción de tierra elevada en el aire, hubiera sido arrancada de la misma faz de la tierra, y fue allí, donde cruce mi vista con quien tal vez seria mi primer gran guía, un elfo, que portaba vestiduras livianas, y un Hermoso arco que poseía un brillo en un tono azul muy nítido, la impresión que me causo esa imagen no la olvidare nunca, y fue allí donde nació el anhelo de convertirme en un arquero, no sé si fue la imagen, o tal vez la elegancia de ese ser que en cuestión de segundos desapareció de mi vista desplazándose con rápidos pasos, que parecía que fuese suspendido en el aire.
Entonces llegue hasta hablar con uno de los guardias de la ciudad, quien me encomendó buscar y matar los orcos que estaban invadiendo los terrenos del bosque, y fue en ese momento que yo aun en mi debilidad, blandí por primera vez un arma, era una simple espada, casi imperceptible en su peso, lo cual me hacia fácil su manejo, y aun así, seguía enamorado de ese arco que había visto, pero sin detenerme salí en cacería, dispuesto a lo que fuere con tal de poder conseguir un arco.
Fue así que llegue hasta donde se encontraban los orcos, los cuales al verme, se abalanzaron sobre mí, yo atónito nada mas atine a empezar a defenderme, y en un momento, uno de ellos, dejo caer al piso un arco, simple, muy liviano, solo, lo pude levantarlo, y salir corriendo hacia la ciudad, puesto que venían mas orcos y no estaba preparado para hacerles frente, y fue en ese momento que sentí que había encontrado mi destino, que debía ser arquero, fue allí, que observando el arco apareció de nuevo el elfo, portando ese hermoso arco, y tan solo me dijo – Iago, veo que estas listo para salir de cacería, pero espera, permitirme hacerte un regalo – fue en ese momento que extendió su mano donde tenia un saco de flechas, yo nada mas extendí mi brazo para agarrar ese presente, mientras que el elfo busco entre sus vestiduras y saco una pequeña bolsa de dinero y me dijo - Iago toma, cómprate equipo, no puedes salir sin una vestiduras adecuadas – y en ese momento mi incertidumbre se hizo muy grande, puesto que era un extraño, me regalo flechas y dinero para comprarme vestimenta, además sabia mi nombre y yo jamás se lo había dicho, y cuando tan solo me di vuelta para consultar su nombre ya se había retirado de nuevo, no se si ese individuo lo volvería a ver, pero de lo que estoy seguro es de que me conocía, o algo sabia de mi que yo ignoraba.
Fue así que fui a la tienda y con el dinero que me dio el extraño compre vestiduras, y salí de cacería de nuevo, fue cuando salí que observe extrañado a un ser, que se paraba sobre la entrada de la ciudad, no era elfo, de eso estaba seguro, su contextura física era mucho mayor que la de la raza de la luz, al acercarme a un guarda para consultar sobre el extraño individuo este nada mas levanto su arco y disparo una flecha sobre el extraño individuo, el cual parecía estar cubierto de sangre, entonces intente acercarme a el, y fue en ese momento que me di cuenta, era un hijo del fuego, era un orco, pagando sus pecados, y sufriendo en carne propia los pecados cometidos, fue en ese entonces que lo mire y le dije – por que haz matado? – a lo que responde – he matado porque es mi destino, he matado, puesto que soy orco, mi vida no vale nada, tan solo debo asesinar – yo observándolo atónito por su tranquilidad me di vuelta y mirando al guardia que seguía atacando al orco, mientras este se quejaba frente a cada flecha que se encarnaba en su cuerpo, decidí entonces levantar mi arco y apuntar al guardia, no se por que, pero estaba seguro que ese orco, había matado por miedo, entonces fue en ese momento que sentí la necesidad de hacerlo, y extendí mi mano hacia el saco que tenía en mi espalda y retire una flecha, y casi sin pensar y con una velocidad que me pareció extraña dispare una flecha sobre el guardia, quien tan solo la esquivo y siguió atacando al orco, mientras que yo no podía creer como un asesino estaba parado tranquilo, esperando morir, para así limpiar sus pecados. Fue en ese momento que sentí que deba hacer algo, y mirando al orco dije - corre, no tienes que morir para limpiar tus pecados –
Fue algo extraño, pero el orco me escucho y se alejo, mientras que el guardia lo perseguía, y fue así que se adentro en el bosque, mientras yo corría detrás de el, pero de pronto el orco freno su escape, se dio vuelta y enfrento al guardia el cual luego de recibir un par de golpes cayo tendido en el piso, y allí el extraño no hizo mas que lamentarse y mirarme. – se que es duro, pero tus pecados los puedes limpiar sin tener que morir – y fue en ese instante que el orco me dijo - tienes razón, de ahora en mas, no matare sin razón – yo aun no comprendo porque pero extendí mi mano y dije – me llamo Iago y tu? – a lo que el orco me respondió con un tono de voz algo asombrado – yo me llamo Ketzalk – y en ese momento, casi por acto reflejo dije – que te parecí si empezamos una travesía? Digo, tu reniegas de los orcos, y yo soy muy débil para enfrentar este duro camino yo solo – y el orco con una sonrisa en su rostro dijo – esta bien, creo que será la mejor forma de limpiar mis pecados – y fue en ese momento que salimos, Iago y Ketzalk caminando por el bosque de los elfos mientras que la ciudad de la luz se perdía en el horizonte.
Por cierto los nombres que uso aca no son reales, lo que pasa que los nombres de las personas que estaban no me parecieron muy elegantes, = por el momento aparecio el orco de un amigo, jeje.
bueno Aca les dejo
La Travesia de Iago Cap. 1
Todo tuvo su origen en las aguas que rodean al árbol madre, quien da la vida a la ciudad de la luz, y fue allí, donde el agua que todavía caía de mi cuerpo dejaba a la vista mi figura, mientras que yo asombrado deslumbraba el sol, oía el ruido de las aves cantar, y los insectos pasaban volando delante de mis ojos, y fue así que vislumbré un camino de subida a la ciudad, que se erguía imponente sobre un lago que había debajo de ella, como si esa porción de tierra elevada en el aire, hubiera sido arrancada de la misma faz de la tierra, y fue allí, donde cruce mi vista con quien tal vez seria mi primer gran guía, un elfo, que portaba vestiduras livianas, y un Hermoso arco que poseía un brillo en un tono azul muy nítido, la impresión que me causo esa imagen no la olvidare nunca, y fue allí donde nació el anhelo de convertirme en un arquero, no sé si fue la imagen, o tal vez la elegancia de ese ser que en cuestión de segundos desapareció de mi vista desplazándose con rápidos pasos, que parecía que fuese suspendido en el aire.
Entonces llegue hasta hablar con uno de los guardias de la ciudad, quien me encomendó buscar y matar los orcos que estaban invadiendo los terrenos del bosque, y fue en ese momento que yo aun en mi debilidad, blandí por primera vez un arma, era una simple espada, casi imperceptible en su peso, lo cual me hacia fácil su manejo, y aun así, seguía enamorado de ese arco que había visto, pero sin detenerme salí en cacería, dispuesto a lo que fuere con tal de poder conseguir un arco.
Fue así que llegue hasta donde se encontraban los orcos, los cuales al verme, se abalanzaron sobre mí, yo atónito nada mas atine a empezar a defenderme, y en un momento, uno de ellos, dejo caer al piso un arco, simple, muy liviano, solo, lo pude levantarlo, y salir corriendo hacia la ciudad, puesto que venían mas orcos y no estaba preparado para hacerles frente, y fue en ese momento que sentí que había encontrado mi destino, que debía ser arquero, fue allí, que observando el arco apareció de nuevo el elfo, portando ese hermoso arco, y tan solo me dijo – Iago, veo que estas listo para salir de cacería, pero espera, permitirme hacerte un regalo – fue en ese momento que extendió su mano donde tenia un saco de flechas, yo nada mas extendí mi brazo para agarrar ese presente, mientras que el elfo busco entre sus vestiduras y saco una pequeña bolsa de dinero y me dijo - Iago toma, cómprate equipo, no puedes salir sin una vestiduras adecuadas – y en ese momento mi incertidumbre se hizo muy grande, puesto que era un extraño, me regalo flechas y dinero para comprarme vestimenta, además sabia mi nombre y yo jamás se lo había dicho, y cuando tan solo me di vuelta para consultar su nombre ya se había retirado de nuevo, no se si ese individuo lo volvería a ver, pero de lo que estoy seguro es de que me conocía, o algo sabia de mi que yo ignoraba.
Fue así que fui a la tienda y con el dinero que me dio el extraño compre vestiduras, y salí de cacería de nuevo, fue cuando salí que observe extrañado a un ser, que se paraba sobre la entrada de la ciudad, no era elfo, de eso estaba seguro, su contextura física era mucho mayor que la de la raza de la luz, al acercarme a un guarda para consultar sobre el extraño individuo este nada mas levanto su arco y disparo una flecha sobre el extraño individuo, el cual parecía estar cubierto de sangre, entonces intente acercarme a el, y fue en ese momento que me di cuenta, era un hijo del fuego, era un orco, pagando sus pecados, y sufriendo en carne propia los pecados cometidos, fue en ese entonces que lo mire y le dije – por que haz matado? – a lo que responde – he matado porque es mi destino, he matado, puesto que soy orco, mi vida no vale nada, tan solo debo asesinar – yo observándolo atónito por su tranquilidad me di vuelta y mirando al guardia que seguía atacando al orco, mientras este se quejaba frente a cada flecha que se encarnaba en su cuerpo, decidí entonces levantar mi arco y apuntar al guardia, no se por que, pero estaba seguro que ese orco, había matado por miedo, entonces fue en ese momento que sentí la necesidad de hacerlo, y extendí mi mano hacia el saco que tenía en mi espalda y retire una flecha, y casi sin pensar y con una velocidad que me pareció extraña dispare una flecha sobre el guardia, quien tan solo la esquivo y siguió atacando al orco, mientras que yo no podía creer como un asesino estaba parado tranquilo, esperando morir, para así limpiar sus pecados. Fue en ese momento que sentí que deba hacer algo, y mirando al orco dije - corre, no tienes que morir para limpiar tus pecados –
Fue algo extraño, pero el orco me escucho y se alejo, mientras que el guardia lo perseguía, y fue así que se adentro en el bosque, mientras yo corría detrás de el, pero de pronto el orco freno su escape, se dio vuelta y enfrento al guardia el cual luego de recibir un par de golpes cayo tendido en el piso, y allí el extraño no hizo mas que lamentarse y mirarme. – se que es duro, pero tus pecados los puedes limpiar sin tener que morir – y fue en ese instante que el orco me dijo - tienes razón, de ahora en mas, no matare sin razón – yo aun no comprendo porque pero extendí mi mano y dije – me llamo Iago y tu? – a lo que el orco me respondió con un tono de voz algo asombrado – yo me llamo Ketzalk – y en ese momento, casi por acto reflejo dije – que te parecí si empezamos una travesía? Digo, tu reniegas de los orcos, y yo soy muy débil para enfrentar este duro camino yo solo – y el orco con una sonrisa en su rostro dijo – esta bien, creo que será la mejor forma de limpiar mis pecados – y fue en ese momento que salimos, Iago y Ketzalk caminando por el bosque de los elfos mientras que la ciudad de la luz se perdía en el horizonte.