La despedida

[amablex]

Luego de todos estos años, Silena continuaba de vez en cuando perdiéndose en la nostalgia de sus recuerdos que inevitablemente la llevaban de vuelta a la ya muy lejana época en la cual Belem avandonó Aden en búsqueda de Escareth en tierras lejanas. Revivía una y otra vez aquellos turbios días en los que junto a Thradek procuró como pudo mantener la moral y los cimientos de RuletaRush a pesar de la pérdida de su líder, la heredera del general Astarus. El revivir aquellos días no le era tarea sencilla a la ya madura Elfa, a pesar de haber transcurrido tanta agua bajo el puente, seguía latente ese sentimiento de haber fallado a su joven líder quien aun en su ausencia seguía siendo fuente de estoica inspiración en ella, no solo por el profundo respeto que le profesaba sino además por una insondable nostalgia que solía acompañar su recuerdo.

De cara al presente, RuletaRush no era más que un viejo estandarte guardado en una polvorienta caja. Nada quedaba ya de aquel glorioso pasado, de los principios que lo fundaron ni del coraje que acompañó a sus miembros en tantas afrentas. Quizás era en parte su culpa, quizás solo el destino. Lo cierto es que tarde era ya para lamentaciones.

Sin duda todo había cambiado. Todo estaba mucho peor por increíble que pareciera. Aquel reino una vez pujante había pasado a ser un corrupto parapeto lleno de maldad e intereses creados donde no había cabida para nadie que osara enarbolar el estandarte de principios, libertad e independencia. El putrefacto aparato que manejaba los hilos de la vida de sus ciudadanos se había encargado de anular toda suerte de oposición. Solo permaneciendo bajo-perfil, dejándose llevar por la corriente, siguiendo mil y una normas de control y procurando no despertar la menor sospecha de adversar al régimen era posible continuar sin ser implacablemente perseguido. Estar en las sombras, inadvertido, ser corriente. Era eso o desaparecer.

Silena sentía haber defraudado a Belem. Pero después de todo, que más podía hacer? Nada quedaba ya del pasado, nada, solo un inmenso vacío y una yerma soledad. Aquella tarde absorta en sus recuerdos, Silena no solo volvió a pensar en Belen y a preguntarse que habría pasado si tan solo hubiese regresado? sino que, como una extraña coincidencia, en ese preciso instante fue brúscamente regresada a la realidad al ser interrumpida por un sirviente quien irrumpió en su recinto con un marcado aire de agitación, desconfianza y nerviosismo para anunciarle la inesperada visita de un extraño personaje que alcanzó solo a describir como un misterioso humano de aspecto intimidante y voz áspera.

Silena, acostumbrada ya a tantos misteriosos personajes que recurrían a ella en búsqueda de los caminos a las artes oscuras, salió a su encuentro sin mayor espectativa. Sin embargo, un escalofrío helado y profundo le atravesó el alma cuando vió a aquel hombre alto y con contextura corpulenta a pesar de su visible edad, notoriamente marcado con heridas de viejas batallas incluso en varias partes de su rostro, envuelto en una túnica oscura y polvorienta quien sin decir una sola palabra y con la mirada clavada a los ojos de Silena con expresión severa, tan sólo procedió lentamente a extender su mano derecha dejando ver en su palma solo una vieja punta de flecha, hecha de plata...

(Continuará)

[LordLegolas]

(OFF) JOJOJO!!!!!!! NOOOOOO eres lo maximo! A ver Blex...estos años te han hecho superarte friend!!!! y esto es bastante ya! vaya calidad de narracion literaria! Ufff intuyo quien es el personaje...lo intuyo!...solo por casualidad....mandale mis saludos al Joffre! JAJAJA!

Te sigo esperando en Aden!

[amablex]

Llegó la hora... pero eso tu ya debes haberlo intuído Elfa... -dijo el enigmático visitante sin siquiera levantar una ceja.

Silena, aun sin salir de su perplejidad y no dando crédito a lo que sus ojos veían, trataba de luchar contra el nudo en su garganta y un perturbador sudor frío que le recorrió en un segundo de arriba a abajo. Quedó como congelada sin poder articular palabra por unos segundos.

Thradek....? -tímidamente alcanzó a murmurar Silena como para si misma al tiempo que trató de minimizar al máximo sus gestos.

Vaya tiempos que no escuchaba pronunciado ese nombre -contestó aquel hombre con evidente arrogancia y tan solo esbozando una mueca parecida a una media sonrisa.

Pensé que te costaría trabajo reconocerme y aun más aceptar que sigo con vida luego todo lo ocurrido, es por esto que te he mostrado la flecha de Astarus que aún conservo -dijo al tiempo que guardaba de nuevo la punta de flecha en alguno de sus bolsillos, dentro de la penumbra que le brindaba su oscura túnica.

Entonces acaso es cierto lo que siempre se ha dicho de ti? La maldición que te hace inmortal te ha traído de vuelta como el más insolente fantasma del pasado o eres solo otro testarudo con suerte? -alcanzó a acotar Silena al tiempo que mientras caminaba solemnemente con cortos y lentos pasos por la habitación recuperaba su acostumbrado aire impasible y de aparente insensibilidad ante todo.

Jajaja... si no te conociera pensaría que no te alegras de verme! Pero esta bien, me tranquiliza ver que tu tampoco haz cambiado tanto después de tanto tiempo. Un "que bueno verte de nuevo" me hubiese casi preocupado viniendo de ti. Pues bien Elfa, ya habrá tiempo para historias del pasado, pero ciertamente no por ahora. Si estoy en lo correcto, tu has estado teniendo el mismo sueño que yo o me equivoco?

Silena procuró, aun con cierta desconfianza producto de la sorpresa, no dejar ver su asombro ante semejante revelación.

Continúa... -replicó.

Hablo de la profesía, la que le fue revelada a WizardLegolas hace tantos años... no puedo sacarla de mi mente, y estoy seguro de que sabes de lo que hablo Elfa, no es así?

Silena, procurando mantener estricto control sobre lo que decía, luego de un corto silencio le regresó la mirada y le dijo siplemente: no se si comprendo que tiene que ver esto conmigo y a que haz regresado luego de haber desaparecido en el peor de los momentos hace tanto ya.

Silena, no hay tiempo de para eso. Si estoy aquí ahora es porque así debe ser, y te recuerdo que aunque tengamos cosas que aclarar del pasado no eres quien para cuestionar mis decisiones. Es evidente que el tiempo te ha tornado desconfiada y con razón, es cierto además que la profecía revelada a WizardLegolas no hace referencia directa a ti.. pero hay algo más en mis sueños. Estoy aquí porque si mis sueños fuesen alguna suerte de aviso, debo hacer algo al respecto o nunca me lo perdonaría. El momento final se acerca y sospecho que en realidad sabes muy bien a que me refiero.

Ah pero es que ahora le temes a la muerte? no es un poco tarde para eso guerrero? -dijo Silena procurando dar aun menos importancia a lo escuchado.

No Elfa, bien es sabido que en ocasiones he incluso buscado a la muerte con desafiante y a veces estúpido atrevimiento... No. Ciertamente no le temo a mi muerte... pero sin duda alguna, le temo a la tuya.


(Continuará)